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La soledad y su origen

En algún momento de nuestras vidas posiblemente nos hemos sentido solos y no tenemos una respuesta para ello ni sabemos cómo cambiarlo. La soledad es un concepto que nos ha brindado compañía a lo largo de la historia, pero que en la actualidad ya podemos darle una explicación. 

Situaciones que en otras épocas no comprendíamos, en la actualidad podemos comprender los efectos fisiológicos relacionados con la soledad, incluso en la expresión genética. Los estudios nos han arrojado resultados bastante interesantes. Se estudió un grupo de personas que sostenían sentir soledad y otro grupo que sentía alto apoyo social. En medio del estudio se encontró que al menos 200 personas presentan diferencias drásticas. 

El grupo que refirió sentir soledad, mostraba menor actividad en la expresión que el grupo que reseñaba sentirse apoyado. Todo ello nos muestra que la soledad nos hace más propensos a enfermarnos y recuperarnos. Aunque lo más resaltante de dicho estudio es la percepción que cada uno tiene de lo que es la soledad, ya que no se trataba de la cantidad de personas que nos rodeaba o con cuántas personas vivían. 

En las personas a quienes se les practicó este estudio, la soledad era percibida como una situación hostil cuyo origen se encontraba precisamente en el entorno, asociado con una especie de decisión emocionalmente inconsciente de desconectarse de lo que los rodea. 

A partir de ello surge un concepto nuevo que hace referencia a la soledad compartida, con lo que se comprende que la soledad no se trata de no tener personas alrededor, sino de la imposibilidad de crear algún lazo con ellos. Por tanto, la conclusión es, que la soledad es un estado psicológico, siendo ésta la razón por la que podría sucederle a alguien que vive apartado, como a quien vive en una ciudad congestionada. 

Hay quienes por no querer estar solos, experimentan una falsa compañía a través de relaciones con las que no se sienten conectados y que están lejos de sus sueños, deseos, o necesidades. En el momento de aceptar la soledad, solo estamos aceptando que desde hace mucho comenzamos a olvidar nuestro norte y el sentido de la vida, nuestra existencia y lo que ello abarca. 

Hay factores que determinan la sensación de soledad, entre ellos el hecho de juzgar los errores de otros y la desconfianza que mostramos con quien nos rodea. Por lo que podemos entender que la soledad no se trata de encontrarse solo, sino de estar desconectado de sí mismo, rechazar el propio ser, y por ende, a los que nos rodean. 

Finalmente, podríamos deducir que a partir de la soledad podemos alcanzar una conexión con nosotros mismos, es como una oportunidad que nos brinda la vida de alcanzar nuestra esencia a través del respeto, las relaciones sanas y constructivas, lo que nos hace seres autónomos y capaces. Estar solo es definitivamente un elección, donde conectar con nosotros mismos, es saber que no hay otra soledad más que la interior.

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